Sus trazos son inconfundibles y sus animaciones internacionales. A sus 40 años y con trabajo constante sabía que en algún momento el hecho de "pegarse" iba a suceder y finalmente lo logró. BISCARRITA ya es una marca registrada. Gustavo Biscarra actualmente se encuentra trabajando en WASTED y en varios proyectos más. Cuando tiene que arrancar a crear un personaje, idear un guión o direccionar algún video, la noche es la etapa ideal del día. Ahí sucede la magia.
EL MUNDO DE WASTED
Al hablar de Martin, Gustavo decide definirlo como exitoso, un mote que tranquilamente también puede quedarle a él. "Yo lo solía consumir, tiene algo que me hace gracia, capaz no hace un chiste pero tiene gracia", comenta. Con respecto a WASTED, este artista destaca que "El Demente" lo contactó en 2109 pero cómo el proyecto se pinchó debido a la pandemia lo volvió a hacer años después, "me dijo 'hacé lo que quieras'".
"Hay unos que son muy crack ahí adentro"
"Al ser una serie necesitaban un programa que unifique la identidad del proyecto, un programa de animación real. Yo animo en Photoshop y es muy particular lo mío, se iba a notar mucho", sostiene Biscarrita. Y agrega, "todo fluye, el flow de laburo está muy bien. A partir del cuarto capítulo vas a ver la diferencia y como cambia el hecho de que haya más gente con tareas distribuidas, aparte son 3 años que pasaron de los primeros guiones. Tiene un peso real".
El estilo de Biscarrita es muy particular, todos saben cuando un trabajo es de su autoría aunque no vean su firma. Y mientras más conocimientos adquiría, más técnicas y detalles comenzó a sumar a sus videos. "No sé modelar pero si manejar el entorno, fueron cosas que fui aprendiendo para suplir el límite que te da animar en Photoshop", comenta. Y agrega, "considero que tengo un muy buen diseño gráfico al momento de encarar los proyectos. Me valgo en ocasiones de la tipografía, es un recurso más para hacer el video, antes no usaba".
"Hoy me animo a incluir más el skill de animador"
COMIENZOS
Al terminar la secundaria Biscarrita estudió ingeniería en sistemas en la Universidad de La Matanza y tras recibirse consiguió un trabajo relacionado. Con el pasar del tiempo un compañero lo incentivo a retomar el diseño y por suerte la ola del trap lo agarró más que activo.
Con la incertidumbre que genera soltar un trabajo bien pago y en relación de dependencia, Gustavo decidió hacerle frente y saltar. Los proyectos comenzaron a llegar con la explosión del Quinto Escalón y él no dudó, sabía lo que quería. "Cuando me empecé a convertir en Biscarrita dejé mi laburo y empecé a pleno con todos los proyectos que me venían de los chicos que estaban haciendo canciones. Estaba muy abocado, quería hacer todo", sostiene.